Francisco Pérez de Antón

(habla el interlocutor)

- Hola,

Estamos conversando con el escritor Francisco Pérez de Antón, que es el ganador de este año del Premio Nacional de Literatura y además es doctor Honoris Causa^[1] de la Universidad Francisco Marroquín.

(habla F.P.A)

- Escribí once relatos, en los que pretendí, no sé si lo conseguí, ilustrar al lector guatemalteco sobre los mitos del Popol Vuh^[2]. En realidad eso es importante también, no solamente en la historia de Guatemala, esta es la prehistoria de Guatemala, el mito siempre es la prehistoria. Y lo titulé con una frase del propio Popol Vuh, que se llamaba Cansados de esperar el sol.

(habla el interlocutor)

- Y me llama la atención, ¿qué valor tienen los mitos?, ¿por qué entrarle^[3] a los mitos?

(habla F.P.A)

- Si, yo alguna vez pensé como tú: ¿qué tontería esto de los mitos, no?

(aquí comienza a explicar por qué adentrarse en los mitos): Porque es una forma de explicar lo que somos y cómo somos, en las primeras etapas de nuestra vida, cuando el ser humano no es todavía racional; no ha alcanzado el desarrollo de la razón y no hay otra forma de educarlo más que a través del mito. Los propios mitos religiosos, sirven precisamente para educar en una cultura religiosa a las personas, ¿no?

Hay mitos como el de la creación, por ejemplo.

En el caso del Popol Vuh, yo, la primera vez que lo leí; y miento porque no lo leí, no pude terminarlo…

Son mitos universales, (por ejemplo) y mitos religiosos muy parecidos al cristianismo; por ejemplo: Hay una virgen, hay un diluvio y hay toda una serie de eventos y de sucesos (¿verdad?) que son fantasía, que son fruto de la imaginación, con los cuales, estoy convencido que se educaba a los niños de la cultura maya. Los escribas hacían los dibujos, se les presentaba, y había alguien que verbalizaba eso a los niños.

En realidad el Popol Vuh, cuando tú lo examinas a fondo, eso tiene una educación, un fondo moral extraordinario (¿no?), muy parecido al nuestro (¿no?).

Por eso me pareció a mí importante exaltarlo y glosarlo; y forma parte de la educación moral.

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