Réalisé par Emil Zola

En 1880, el hombre de letras francés Emile Zola escribe Le roman expérimental dónde respalda que « el naturalismo, en la literatura, es […] la vuelta a la naturaleza y al hombre, la observación directa, la anatomía exacta, la pintura y la aceptación de lo que es ». Así pues Benito Pérez Galdós pertenece al movimiento literario naturalista y tiene la intención de explicar los comportamientos del ser humano mediante la descripción del entorno social.

Durante la segunda mitad del siglo XIX, España experimenta cambios sociales muy importantes como la consolidación de la burguesía, la industrialización, el crecimiento urbano y la aparición del proletariado. Poco a poco el Romanticismo es sustituido por el realismo cuyos objetivos son analizar rigurosamente la realidad humana sin ningún aspecto subjetivo y denunciar los males que afectan a la sociedad. Benito Pérez Galdós (1843-1920) se inscribe en esta tendencia y más específicamente en el movimiento naturalista cuya especificidad es descubrir las leyes que rigen la conducta humana representando a los personajes en situaciones extremas de pobreza y marginación. Es el caso de La desheredada escrita en 1881 que relata la vida de Isadora Rufete, convencida de que proviene de una familia aristocrática. El extracto pinta las condiciones de vida de una familia pobre en las afueras de la ciudad madrileña. El narrador hace una descripción muy naturalista de la conyuntura social que sufren los protagonistas. Subraya también el contraste entre la perfectión del hijo y su entorno social y natural. Aunque el relato es realista, el narrador hace una figura de cristo del niño que sugere que la religión pueda constituir una escapada de su vida cotidiana.

Desde entonces, en qué este texto pertenece al corriente naturalista mientras incluye una descripción providencial del niño que, paradójicamente, hace de la religión una solución naturalista contra los males de la pobreza ?

En primer lugar, enfocaremos sobre la pintura naturalista del entorno del chico : una familia muy pobre en un mundo desigual. En segundo lugar, intentaremos aclarar la descripción de un chico providencial que contamina a sus familiares. En tercer lugar, explicaremos la intervención divina que permite a la madre escaparse de su cotidiano a través de su hijo.

En un primer movimiento que se desplega desde la línea 1 hasta la línea 15, el narrador denuncia la absoluta miseria en la que viven los protagonistas cerca de Madrid y hace una descripción muy viva de ellos et de sus condiciones de vida. La voz narrativa evoca la dualidad de un mundo dividido entre opulencia y pobreza. La abundancia es relacionada con « las Américas » (línea 4) como se ve en la línea 2 con la asociación de los adjetivos epítetos « rico » y « americano » con la palabra « mercader ». La palabra « pingües » en la línea 5 sugere esta riqueza. También, las Américas corresponden a un idealismo inaccesible por causa de la lejanía – se dice que están « lejanas » en la línea 5 y « de la otra banda del mar » en la línea 4. A este paraíso terrenal se opone la región madrileña. Porque Benito Pérez Galdós estaba muy unido a la capital española, muchas ocurrencias surgen en el primer párrafo ; por ejemplo se trata de « Rivera de Curtidores » (línea 5), de « Ronda de Toledo » (línea 6), del « Manzanares » (línea 8). Por otro lado, la evocación de « las Pampas [sucias] de la Arganzuela » (línea 7) puede desentonar irónicamente con la naturaleza preservada de las Pampas de Argentina. Aquí, la técnica naturalista ofrece un marco espacial muy concreto para la intriga.

El ambiente realista se desprende también a través de la descripción de los protagonistas mayores. El lector se sorprenda leyendo la presentación del hombre. Inicialmente, el narrador le caracteriza como alguien con un buen trabajo que le proporciona muchos dineros : es un « rico mercader americano » en la línea 2 y la antonomasia de su apellido « Modesto Rico » (línea 3) reforza este impresión. Se parece a un indiano volviendo a España después de haber hecho fortuna en las Américas. El climax alcanza su pico con la palabra « establecimiento » (línea 4) que sugere que Modesto Rico tiene una propriedad. A continuación, La caída proviene de la conjunción "sino" (línea 4) después de que el lector se da cuenta de que la propiedad del hombre se localiza en los barrios pobres de Madrid. Por otra parte, la combinación de las palabras "modesto" y "rico" (línea 3) constituyaba en si mismo un oxymorón revelando la verdadera identidad del hombre. Después, Modesto Rico se altera cada vez más, nos enteramos de que su negocio es una pequeña obra sin calificación. El narrador explica que gana "poco" (línea 11) dinero y insiste en la idea mediante la repetición de la palabra dos veces. Su deshumanización es total : se le designa como "animal" (línea 12). Inspira un sentimiento peyorativo, el "desprecio" (línea 12) y él mismo no puede dar prueba de sentimientos porque no es capaz de llorar - "lástima no se ha visto ni verá" en la línea 13. Finalmente, una comparación de su mano "más dura que granito" (línea 15) tiende a conectarle con una piedra lo que representa una desvalorización suprema. Su esposa, por el contrario, parece ser una víctima. El narrador insiste en su inocencia con el adjetivo "buena" (línea 1) . Tomamos nota de que los esposos mantienen una relación ambigua que no puede ser considerada como amor : en efecto, desde el principio del texto, el narrador habla de "consorte" (línea 2), una palabra que expresa tanto un matrimonio como una asociación comercial.

Por otro lado, lo que es especialmente llamativo es la pobreza extrema en la que viven los cónyuges. Viven en un barrio apodado "sanguijuelera" (línea 1), una palabra acuñada que contiene la idea de "sanguijuela". Así el ambiente parece malsana y destructiva. La clase social a la que pertenecen parece abandonada entre cuatro "pared[es]" (línea 1). El narrador utiliza el proceso de hipotiposis para ilustrar el lugar. Viven cerca de la "Rivera [...] de Curtidores" (línea 6) lo que indica la peste y la insalubridad del lugar. El barrio es un verdadero vertedero a cielo abierto donde la gente se caracteriza por su hambre y su suciedad con la metonimia "fétidas bocas" (línea 8). El narrador es irónico cuando describe la fortuna de Modesto Rico : hay un verdadero contraste entre la idea de la riqueza y la realidad de su propiedad. Se ve con la acumulación "tingladillo de clavos usados, espuelas rotas, hebillas, cerraduras mohosas, jaulas de loros, abolladas

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