Severo Ochoa Albornoz

El profesor Severo Ochoa Albornoz nace el 25 de Septiembre de 1905 en Luarca (Asturias). Sus padres fueron el abogado Severo Manuel Ochoa y Carmen de Albornoz. Tras la muerte de su padre cuando Ochoa tenía 7 años, su madre y él se trasladaron a vivir a Málaga. Estudió en el instituto de Málaga donde realizó sus estudios secundarios. Su interés por la biología procede en gran parte por las publicaciones del neurólogo Ramón y Cajal. Estudió en la facultad de medicina de Madrid donde se licenció en 1929.

Tras licenciarse trabajó en el instituto del Kaiser Guillermo en Heildelberg gracias a una beca de investigación. Durante este periodo trabajó sobre bioquímica y la fisiología del músculo. En 1931 fue nombrado profesor de fisiología en la Universidad de Madrid, puesto en el que estuvo hasta 1935.

Se casó en 1931 con Carmen García Cobián con la que no tuvo hijos. En 1932 trabajo en el Instituto Nacional para la investigación de Londres donde trabajo sobre enzimología.

A su regreso a Madrid en 1934 fue nombrado profesor de fisiología y bioquímica y después fue nombrado director de Fisiología en el Instituto de investigación Médica de Madrid. En 1941 se desplaza a los Estados Unidos trabajando en la facultad de medicina de la Universidad de Washington en San Luis donde.

Fue nombrado instructor e investigador asociado en farmacología y trabajó con los profesores Carl y Gerty Cori en cuestiones de enzimología. En 1942 fue nombrado investigador por la Facultad de Medicina de Nueva York.

Posteriormente fue profesor ayudante de bioquímica, profesor de farmacología, profesor de bioquímica en 1954 y Director del departamento de bioquímica. En 1956 obtiene la nacionalidad estadounidense.

Su descubrimiento más importante fue la consecución de la síntesis del ácido ribonucleico ARN (presente en las células, el cual permite la síntesis y la reproducción del código genético que nos hace tener los caracteres y parecernos a nuestros familiares) a partir de un substrato adecuado de nucleótidos. Con este descubrimiento se unen los dos polos de la ciencia que se creían separados, como son la bioquímica y la fisicoquímica.

Por este descubrimiento se le concedió el Premio Nobel de Medicina en el año 1959 compartido con el profesor Arthur Kornberg.

Durante 1970 el laboratorio de Ochoa contribuyó a identificar las correspondencias entre los nucleótidos y los aminoácidos de las proteínas, la clave de la genética.

Murió el 2 de noviembre de 1993 y fue enterrado en el cementerio de Luarca, su pueblo natal, junto a su esposa Carmen. En su testamento creó la Fundación Carmen y Severo Ochoa, de cuyo patronato forman parte algunos de sus discípulos españoles, al objeto de que se perpetuara la memoria de su nombre unido siempre al de su mujer, en reconocimiento al soporte familiar que le habría de acompañar en toda su trayectoria, resultando decisivo según su propia confesión para el desarrollo de su vocación científica.

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